viernes, 25 de abril de 2025

Estamos bien, tonto

 


Se cuenta que, en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertía con el tonto del pueblo, un pobre infeliz, de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños mandados y limosnas. Diariamente algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 400 reales y otra de menor tamaño, pero de 2000 reales. Él siempre cogía la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risa para todos.

Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, le llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y este le respondió: lo sé, no soy tan tonto. Ella vale cinco veces menos, pero el día que escoja la otra, el jueguecito acaba y no voy a ganar más mi moneda.

Esta historia cuenta que quien parece tonto, no siempre lo es. Además, podemos estar bien a pesar de que otros no tengan una buena opinión de nosotros. Y es que lo que importa no es lo que piensan de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo. Anónimo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario