domingo, 8 de septiembre de 2013

Indignados xerecistas


Por una vez en el fútbol de Jerez el sentimiento de indignación se dirige hacia algo constructivo y creativo. Porque que los "indignados" xerecistas hayan creado un club que los libere de las cadenas de la plaga de parásitos que secuestraban sus despachos no es que sea terapéutico para su felicidad-sentimiento sino que es histórico; en cuanto el respaldo del aficionado y en cuanto a la finalidad fundacional del club; ser fin y no medio; ser democrático y no tiranía.

Eso no quiere decir que los aficionados que hayan permanecido junto al amenazado Xerez CD deban considerarse en menor valor. Lo que significa es que un club no solo es deporte o sentimiento sino gestión administrativa y social y a esta gestión es necesaria también dedicarle atención y preocupación ya que de lo contrario su negligente gestión devasta todo lo demás. Pasión (sentimiento) y razón (fiscalización) debe equilibrarse en misma dosis.  

A muchos que aprendimos esa razón a fuerza de disgustos anunciados en un medio de comunicación, tan modesto como jerezano (por cierto), nos orgullece que con el paso del tiempo todo comience a ocupar su lugar o por lo menos se intente. Y nos haría bien a todos reconocer la labor desinteresada de muchos xerecistas de corazón (no de carnet y menos de número), con dolores de cabeza, con altos y bajos desánimos, con tratos degradantes a veces y falta de reconocimiento siempre. Son a ellos, como ha ocurrido tantas veces en la historia de la humanidad, a los que se les debe que todos hayamos aprendido la lección, o eso parece. 

Pero además me gustaría comentar algo no menos importante; el objeto fundacional del Club. Según sus estatutos es la "participación en competiciones deportivas y la promoción y la enseñanza de dicho deporte y de actividades deportivas, pudiendo realizar actividades económicas al servicio de la entidad", lo cuál no deja de ser el mismo generalista que el de todos los clubes sociedades. 

Y una cosa debe quedar clara, tanto como queda hoy día en la realidad. La democracia sin transparencia no es democracia. Por eso, ahora que se puede y se debe, tiene que quedar clara que tan importante es la transparencia en un club que nace como lo fue su falta en el que se deshace. Y bien estaría que se sentaran las bases o principios rectores fundacionales del club. Pues parece más importante consolidar su futuro que desarrollar su presente. Es decir,  debe inspirarse en no hacer todo lo que se hizo en el pasado; ejemplo, evitar radicalmente la política, sancionar importantemente los déficits o publicitar constantemente los gastos. Y contra más claros estén y todos sepan a lo que atenerse más consolidado será su futuro. No hay otro camino.  

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