De las estampas e imágenes que vimos el jueves los
jerezanos, en el día de notificación de la sentencia sobre el ERE
municipal, no sé si fue más patético que la señora Pelayo se escondiera
detrás del pantalón de marca de Saldaña para no dar la cara ante la
oponión pública o ver a la oposición (PSOE y FORO) en bloque comentar
una sentencia judicial, regateando espacio junto al micrófono y
calificativos frente al PP local, y pedir la dimisión del Señora Pelayo
como en los tiempos de Jose María Aznar cuando lo hacía con Felipe
González.
B.U.X. se ha apuntado un nuevo punto,
y ya van unos cuantos. Sé que no está bien que precisamente yo lo
manifieste, pero es la realidad. Desde la humildad de un medio de
comunicación como www.buxjerez.com nuevamente se acertó en el análisis
político y jurídico de las consecuencias del ERE, sus argumentaciones y
sus vicios. No podía ser de otra forma. Nadie que diga llamarse Abogado,
profesional, bufete, puede hacer una chapuza de expediente, cobrar casi
50 mil euros, y salir de rositas. No, aquí hay que pedir
responsabilidades pecuniarias por negligencia tanto a los gestores
políticos populares (tan predispuestos a sacar pecho) que influyeron en
el ERE como al bufete sevillano que se encargó de hacer la chapuza a
sabiendas, plasmando un documento anacrónico, inmmotivado y desigual.
Porque
lo que está claro que de todo este desastre alguien tiene que pagar, y
no solo el jerezano de pié. Alguien tiene que cargar con la
resposabilidad de este desastre político, económico y de gestión. No
puede ser que se mire hacia otro lado y no se tomen decisiones por las
consecuencias jurídicas y económicas que se han desencadenado. Porque,
en este bendita ciudad, estamos acostumbrados a pagar los mismos, los
mudos, los sumisos, los callados, los débiles, los jerezanos, ciudadanos
que no dicen nada. Pues ha llegado el momento de clamar contra los
gestores de nuestro ayuntamiento que basta ya, que busquen y purguen
culpables, y que rueden sus cabezas, por altas que sean.
Pero
España is diferent. Y Jerez lo ejemplifica. Pese a que todos (incluida
la oposición) son culpables de este desatino, nadie pondrá de su
bolsillo los millones de euros que va a costar la chapuza de expediente.
Se echarán la mierda de uno a otro, resbalará por los hombros y volverá
a caer al que está debajo de la cadena, al ciudadano. Pero esto debe
hacer recapacitar al votante, a ése que solo se acuerda de la política
cuando hay campaña electoral, que se debe votar bien. Y bien significa
con sentido común. Y sentido común no era votar al PP, lleno de mentiras
y negligencias. A la vista está.
Pero,
además, la lectura es aún más clara. Si lo piensan bien, Pelayo tenía la
justificación a todo lo malo que pasaba en la ciudad (huelgas, falta de
servicios, falta de recursos económicos ...) en que había sido elegida
por la ciudadanía para que pusiera orden en el Ayuntamiento, pese a todo
y antes de todo. Durante dos años, ha repetido esta cantinela de que,
aunque no funcionase la ciudad y la decrepitud se extendiera por
doquier, había sido elegida para la misión de ordenar el ayuntamiento,
hacerlo viable y que volviese a funcionar. Pero por más que venda
titulares de prensa, se ponga medallas y realice foto de inauguraciones
sobre calles y avenidas, esta gestión le ha puesto la puntilla a todos
los despropósitos que hemos tenido que sufrir los ciudadanos a
consecuencia de su gestión. Es la puntilla a la justificación de que
había sido elegida para dar orden y viabilidad al Ayuntamiento. Pues
bien, ni orden ni viabilidad. Perjuicio y caos. Otra vez la ineptitud a
la palestra de la opinión pública.
Y ahora a
pagar a los trabajadores con el dinero de venta de la concesión del
Agua. Los raquíticos 40 millones anticipados, que se perderán como lágrimas en
Lluvia de caos y negligencia. Estirando los millones como si fueran elásticos. Pero la puntilla a Pelayo está dada. Y nada de lo que haga a partir de esta semana podrá librarse de ella.
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