Perdonen que les moleste otra vez con el ERE. Sí, ese documento que aparece en la prensa y que incluye un lista de personas que el gobierno municipal va a despedir.
Yo no sé si la población en general pero yo todavía no tengo nada claro los criterios que ha seguido el gobierno popular a la hora de seleccionar las personas que despedirán. Sí, he leído que se consultan a los jefes de personal (por tanto no los incluye), también que se ha tenido en cuenta la demanda de servicios que existe en la actualidad y la distribución del personal para no resentir el servicio municipal. Tambien he leído que es legal, objetivo y no despiden a los millonarios técnicos.
Pero nadie ha tenido en cuenta el detalle/criterio particular de la familia. Es decir, aquellas personas de un mismo núcleo familiar cuyos miembros o gran parte de miembros trabajan en el Ayuntamiento. Sí, porque hay familias que existen con varios miembros en la plantilla del ayuntamiento y nadie saben como entraron. Y ese es un criterio que me parece que debió aplicarse. Es decir, favorecer que solo trabaje un solo miembro de cada familia en el ayuntamiento de Jerez, por cada núcleo familiar. Ello contribuiría en erradicar parte del enchufismo existente en el Consistorio sin tener que utilizar el criterio arbitrario, que parece que en determinados casos ha existido.
Otro criterio moderador es el de promover la permanencia de personas que sean de familiar monoparental. En cierta forma se debe favorecer a aquellas personas que constituyen un núcleo familiar por sí, sin tener otro pareja trabajando fuera o dentro del ayuntamiento.
Creo sinceramente que estos dos criterios debieron ser aplicados. Uno por erradicar el enchufismo y otro por humanista. Pero el problema que subyace es que el PP local ha querido desentenderse del problema y ha dejado a tres individuos de un despacho de abogados que hagan de políticos sin tener la menor idea de las implicaciones laborales y enchufistas que existen en este Ayuntamiento, en esta ciudad. Estos individuos, han pretendido ser justos-objetivistas sin conocimiento y han llamado a los jefes de servicio para ver su criterio, que al final se ha impuesto.
Se debió primar la expulsión del enchufe, del enchufe familiar y del que tiene medios para ganarse la vida por sí o por otro fuera del Ayuntamiento. Otros criterios no hacen bien a la ciudad y permiten crecer y legalizar la cabeza de los enchufados cuya cabeza debieron cercenar.
La guillotina ciega ha dejado muchos y los mismos enchufes en el Ayuntamiento y ha hecho pagar con su cabeza, en algunos casos, justos por pecadores.
Pero nadie ha tenido en cuenta el detalle/criterio particular de la familia. Es decir, aquellas personas de un mismo núcleo familiar cuyos miembros o gran parte de miembros trabajan en el Ayuntamiento. Sí, porque hay familias que existen con varios miembros en la plantilla del ayuntamiento y nadie saben como entraron. Y ese es un criterio que me parece que debió aplicarse. Es decir, favorecer que solo trabaje un solo miembro de cada familia en el ayuntamiento de Jerez, por cada núcleo familiar. Ello contribuiría en erradicar parte del enchufismo existente en el Consistorio sin tener que utilizar el criterio arbitrario, que parece que en determinados casos ha existido.
Otro criterio moderador es el de promover la permanencia de personas que sean de familiar monoparental. En cierta forma se debe favorecer a aquellas personas que constituyen un núcleo familiar por sí, sin tener otro pareja trabajando fuera o dentro del ayuntamiento.
Creo sinceramente que estos dos criterios debieron ser aplicados. Uno por erradicar el enchufismo y otro por humanista. Pero el problema que subyace es que el PP local ha querido desentenderse del problema y ha dejado a tres individuos de un despacho de abogados que hagan de políticos sin tener la menor idea de las implicaciones laborales y enchufistas que existen en este Ayuntamiento, en esta ciudad. Estos individuos, han pretendido ser justos-objetivistas sin conocimiento y han llamado a los jefes de servicio para ver su criterio, que al final se ha impuesto.
Se debió primar la expulsión del enchufe, del enchufe familiar y del que tiene medios para ganarse la vida por sí o por otro fuera del Ayuntamiento. Otros criterios no hacen bien a la ciudad y permiten crecer y legalizar la cabeza de los enchufados cuya cabeza debieron cercenar.
La guillotina ciega ha dejado muchos y los mismos enchufes en el Ayuntamiento y ha hecho pagar con su cabeza, en algunos casos, justos por pecadores.
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