Los bancos no quiebran

Ayer me tomé un momento de reflexión mientras que estaba haciendo cola en una entidad bancaria. Había siete empleados entre las mesas y uno solo atendiendo a los clientes en la caja, propiamente dicha. De los siete que no estaban en caja uno ponía un cartel con celo en la caja, otro hablaba con alguien por teléfono de todo menos de operaciones bancarias, otro recibía a una conocida en una de las mesas y los otros restantes o bien estaban haciendo crucigramas o bien esperaban lentamente el transcurrir de las horas.

De los ocho trabajadores de banca solo uno trabajaba propiamente dicho. Y en ese momento me vino a la cabeza el dinero público empleado para mantener todas las entidades financieras. Y me pregunté cuántas cajas o bancos habían quebrado y desaparecido desde que se inició la crisis que en parte ellas habían generado en el año 2008.

Pues miro las entidades intervenidas por el Banco de ESpaña (que a las claras es la quiebra de un Banco y su intervención por parte del Banco estatal, antes del 2012) y veo lo siguiente; http://www.cincodias.com/articulo/mercados/listado-intervenciones-banco-espana/20111121cdscdsmer_17/

Según este artículo, no hay quiebra de banco alguno. En todo caso, cuando un banco es consumido por sus deudas, pueden pasar dos cosas, o es intervenido y vendido posteriomente al mejor postor -otro banco- o es intervenido para se nacionalizado y ser administrado de forma estatal. Ninguno quebró, desapareció o se deshizo.

Es decir, el mercado bancario es el más rentable. Primero explotas al cliente, luego especulas en el sector inmobiliario, luego generas descomunales primas para tus consejeros de administración, luego puedes mantener una gran plantilla aunque no haya negocio, y para cuando generes tantas pérdidas que vayas a la quiebra -y no te puedan salvar ni las subvenciones directas del gobierno del Estado- tendrás la intervención del banco de España que o bien te administrará directamente o bien te venderá a otro banco después de haber rellenado tus cuentas con dinero público.

Tristemente patético. No me extraña que el estado sea una ruina y los tiburones financieros no se fien de nuestra deuda pública.