Igual de claro tengo el lugar en donde se esconde el Pendón de la ciudad como la causa por la que Garrigues renuncia a miles de euros al rechazar el trabajo de realizar un ERE municipal a distancia. Me pregunto la causa de la marcha pues nada se ha dicho y espero que no tenga nada que ver con la selección individual y partidista de Pelayo de los despedidos del ayuntamiento en una especie de "caza de brujas" al estilo del senador Mac Carthy.
Recuerden de los principios que Pelayo "alardeaba" sobre dicha selección; "objetividad, la inteligencia y la justicia". ¿A qué objetividad se refiere? Espero que no sea a la que le ha llevado a la alcaldía después de prometer tantas cosas que luego no cumple y desdice. ¿A qué inteligencia se refiere? Espero que no se refiera a la que le inspira en las actuaciones que le están llevando a establecer una nefasta gestión en el transporte público de autobuses de la Ciudad (con lo que largó como oposición y prometió en campaña electoral). ¿A qué justicia se refiere? Esperemos que no sea la justicia social que provoca que los débiles sean los que paguen los platos de las acciones de los poderosos, como hasta ahora, con la complicidad de políticos como ella.
Todo ello da igual porque Jerez está de feria. Más ahora que los jóvenes tienen un botellódromo municipal en la propia feria. Leí ayer un comentario en un periódico digital y no me resisto a reproducirlo "yo pienso que fomentar el botellodromo es fomentar la ruina de la juventud, posiblemente para distraerles y que no piensen en la ruina profesional y moral que tienen y peor la que les espera, y decian que franco ponia toros para los dias de huelga y estos politicos llevan a la juventud a la borrachera que sera el alcoholismo de la gran juventud en los proximos años". El fin ("hacer desaparecer a los molestos jóvenes que beben delante de todos en las calles del recinto ferial, con sus botellones y gritos y miserias") no justifica los medios (botellódromo municipal en la Rosaleda). En cierta manera estoy de acuerdo con el mensaje. No podemos renunciar a ayudar a la juventud y eso no significa facilitarle el consumo de alcohol, aunque se diga que se hace "por su propio bien".
Por cierto que el año pasado por estas fechas ví en la caseta de Canal Sur al preso preventivo y ex consejero de empleo de la Junta, Antonio Fernandez. Me impresionó la capacidad de atraer saludos y palmeros por metro cuadrado cuando estaba en libertad. Con lo arrogante que presumía de traje nuevo con cargo al erario público por toda la caseta. De todas formas, a gente como él, los continúo viendo pasar por la calle con los mismos rollos y pájaros en la cabeza. Los veo utilizando el móvil del ayuntamiento para hacer las llamadas particulares, sonriendo cuando no existe motivo para estar contento y utilizando las mismas palabras que los anteriores, aunque cambiadas de sitio. Así lo ha querido la ciudadanía y ahí lo tiene, aunque no quiera mirarlo.
La feria del caballo es la feria de la crisis. Este año había más caballos en el Real que personas en él. Se ha notado un bajón tremendo por mucho que televisiones locales reiteren el gran ambiente del Parque. Parece que padecen ese mal que corroe a los políticos. El mal de querer actuar con naturalidad sobre unas circunstancias verdaderamente dramáticas. Porque el único que aparenta naturalidad es el que no sufre. Y Jerez está sufriendo y en vez de actuar, tomar medidas, estudiar la situación, programar rutas de empleo, luchar contra la corriente, se brinda con una copa en la mano de tio lapepa. Eso sí, que bien sienta para la conciencia que pulse el botón del encendido las hermanitas de los pobres.
Recuerden de los principios que Pelayo "alardeaba" sobre dicha selección; "objetividad, la inteligencia y la justicia". ¿A qué objetividad se refiere? Espero que no sea a la que le ha llevado a la alcaldía después de prometer tantas cosas que luego no cumple y desdice. ¿A qué inteligencia se refiere? Espero que no se refiera a la que le inspira en las actuaciones que le están llevando a establecer una nefasta gestión en el transporte público de autobuses de la Ciudad (con lo que largó como oposición y prometió en campaña electoral). ¿A qué justicia se refiere? Esperemos que no sea la justicia social que provoca que los débiles sean los que paguen los platos de las acciones de los poderosos, como hasta ahora, con la complicidad de políticos como ella.
Todo ello da igual porque Jerez está de feria. Más ahora que los jóvenes tienen un botellódromo municipal en la propia feria. Leí ayer un comentario en un periódico digital y no me resisto a reproducirlo "yo pienso que fomentar el botellodromo es fomentar la ruina de la juventud, posiblemente para distraerles y que no piensen en la ruina profesional y moral que tienen y peor la que les espera, y decian que franco ponia toros para los dias de huelga y estos politicos llevan a la juventud a la borrachera que sera el alcoholismo de la gran juventud en los proximos años". El fin ("hacer desaparecer a los molestos jóvenes que beben delante de todos en las calles del recinto ferial, con sus botellones y gritos y miserias") no justifica los medios (botellódromo municipal en la Rosaleda). En cierta manera estoy de acuerdo con el mensaje. No podemos renunciar a ayudar a la juventud y eso no significa facilitarle el consumo de alcohol, aunque se diga que se hace "por su propio bien".
Por cierto que el año pasado por estas fechas ví en la caseta de Canal Sur al preso preventivo y ex consejero de empleo de la Junta, Antonio Fernandez. Me impresionó la capacidad de atraer saludos y palmeros por metro cuadrado cuando estaba en libertad. Con lo arrogante que presumía de traje nuevo con cargo al erario público por toda la caseta. De todas formas, a gente como él, los continúo viendo pasar por la calle con los mismos rollos y pájaros en la cabeza. Los veo utilizando el móvil del ayuntamiento para hacer las llamadas particulares, sonriendo cuando no existe motivo para estar contento y utilizando las mismas palabras que los anteriores, aunque cambiadas de sitio. Así lo ha querido la ciudadanía y ahí lo tiene, aunque no quiera mirarlo.
La feria del caballo es la feria de la crisis. Este año había más caballos en el Real que personas en él. Se ha notado un bajón tremendo por mucho que televisiones locales reiteren el gran ambiente del Parque. Parece que padecen ese mal que corroe a los políticos. El mal de querer actuar con naturalidad sobre unas circunstancias verdaderamente dramáticas. Porque el único que aparenta naturalidad es el que no sufre. Y Jerez está sufriendo y en vez de actuar, tomar medidas, estudiar la situación, programar rutas de empleo, luchar contra la corriente, se brinda con una copa en la mano de tio lapepa. Eso sí, que bien sienta para la conciencia que pulse el botón del encendido las hermanitas de los pobres.
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