sábado, 18 de febrero de 2012

El agujero



A estas alturas aquello que resulte de los plenos del Ayuntamiento no nos va a sorprender a nadie. Si bien esto es cierto no lo es menos que lo que ha pasado este jueves y viernes es un hito verdaderamente tremendo para la ciudad.

Nosotros, desde el inicio de nuestro partido, teníamos como principal propuesta el desvincular a Jerez de los acuerdos a que se habían llegado con diputación -ente público prescindible, político e innecesario- para la gestión del dinero que localmente se recibía por el Ayuntamiento de todos los ciudadanos del término.

Si bien la ruptura parcial y unilateral por parte del Ayuntamiento supone que Jerez es ahora más independiente que hace unos días (ya no vendrá el señor Lozaina a firmar en el libro de honor de Jerez), también habría que mirar qué es lo que supone haberlo hecho como se ha hecho (unilateralmente y perjudicando a empresas privadas esenciales que prestan servicios en Jerez) y la repercusión futura de tales rupturas.

Obviamente el más perjudicado será el ente artificial al que, en unas primeras estimaciones, se le ha generado unas pérdidas de más de 45 millones de euros. Y habrá gente que no sepa muy bien por qué. Pues esencialmente porque la ruptura del acuerdo con Diputación no es con diputación en sí sino más bien con bancos, cajas y Urbaser que a través de la recaudación de impuestos de los jerezanos por Diputación cobraban los convenios destructivos que habían concertados los socialistas de Sánchez. Diputación hacía de garantía en esos préstamos, renegociaciones de deuda, pago de intereses, pago de nóminas a Urbaser, pago de precio de concesión administrativa... Si ahora Jerez dice que el dinero que recauda no se entrega a diputación para el pago a estos proveedores, no hay dinero para pagar a proveedores. Y aquí entra el aval de Diputación. Si no se le puede reclamar a Jerez sí se le puede reclamar a Diputación, que estaba como garantía. La incertidumbre para bancos y empresa Urbaser debe ser tremenda porque hay una declaración de intenciones de no pagar lo que se acordó por Jerez pero hay un avalista Diputación con un presupuesto aprobado que no puede destinar partidas presupuestarias para pagar préstamos y concesiones de entes locales. Ello, como dice Cabañas, es "un mal ejemplo al resto de los municipios que estarían en su derecho de reclamar el mismo trato". Y se ha quedado corto el Señor Cabañas. No es un mal ejemplo, es mucho más.

Si bien Diputación tiene una gran patata caliente con un dinero que garantizaba y que Jerez dice que no va a pagar es su culpa, exclusivamente. Lo es porque han jugado con fuego a fin de aportar legitimidad ante la ciudadanía que no tiene. Señores, que no se puede jugar a ser banco sin serlo. Por otra parte el problema para Jerez no es tanto esto como que la imagen dada a empresas y proveedores es absolutamente perjudicial para los inteses locales.

¿Quién pagará ahora lo firmado a Urbaser o a los Bancos? Jerez pagará hasta donde pueda, que se prevé poco. ¿Quién será a partir de ahora capaz de negociar contratos de concesionarias o privadas para prestar servicios en Jerez? Pues empresas muy poco serias y poco potentes, con baja consolidación y fiabilidad en el mercado. ¿Qué capacidad de negociación tendrá el ente local? Pues muy baja, siempre condicionada a la desconfianza del proveedor. Ni que decir tiene que no habrá banco al que se le pueda engañar a partir de ahora. ES por así decir la declaración formal y pública al mercado de que Jerez es insolvente. Recuerden el aforismo del literato español; no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague.

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