sábado, 25 de febrero de 2012

Desorden de prioridades

"Hay más de 200.000 ciudadanos pagando impuestos y costeando los servicios públicos y las nóminas" . Estas palabras, reflejadas en la prensa el día de ayer y hoy, no las ha dicho B.U.X. aunque podría haberlas dicho porque hace cinco años las repite. Estas palabras no las he dicho yo aunque las llevo repitiendolas muchos años personalmente. Estas palabras no son de ninguno de los militantes del partido jerezano citado, aunque también se repitieron en la campaña electoral hasta la saciedad. Estas palabras las ha pronunciado el incapaz Delegado Saldaña ante la espantada de Pacheco y Sánchez en el pleno celebrado ayer en el Ayuntamiento.

Que se vayan dos millones de euros de un día para otro de las arcas municipales -como pago parcial de algunas nóminas- y no haya dinero para servicios básicos como la limpieza en una ciudad como Jerez es realmente llamativo y triste. Sé que todo el mundo debe recibir la retribución de sus salarios, incluido los enchufados que entraron por la puerta de las alcantarillas del Ayuntamiento, pero ello no puede ni debe impedir el normal desarrollo de la prestación de los servicios esenciales para los que el pueblo constituyó su ayuntamiento. Y si así se produce, no es de recibo eximirse de responsabilidades y echar la culpa a la herencia de otros. Hay que asumir la culpa de no adoptar medidas valientes que atajen los problemas.

Ya está bien de escusarse en los demás. Si el señor incapaz Saldaña no puede discernir que un ayuntamiento no es una institución para justificar la deuda y la desatención de servicios públicos, esa puede ser la raíz del problema. Y sepan todos que la principal función de un Ayuntamiento no es la de ser patrono de los empleados públicos sino la de prestador de servicios ante los que los pagan. Primero los servicios, luego lo demás. El dinero que se paga en impuestos no está para lo demás y al final, si queda algo, para los servicios. Ese fue el problema de Pacheco, luego de Pelayo-Pacheco, más tarde de Sánchez y, ahora, del Señor Saldaña. Todos impuesieron otros intereses particulares o laborales al interés comunitario. Así padece Jerez.

Y hasta que nadie haga algo por cambiar el orden de prioridades nada no se resolverá esta situación. Porque se podrá parchear, se podrá renegociar, se podrá hipotecar e, incluso, aparentar que la situación del ayuntamiento de Jerez se estabiliza pero no será solución porque el problema seguirá subsistiendo. Y cuando pasen diez años y se produzca otra caída de ingresos llegará otro Saldaña de turno que seguirá viviendo de las mentiras de campaña electoral y hablará de la herencia de Pelayo, de Pacheco y de Sánchez. A cuál peor pero, eso sí, a cuál con mayor legitimidad de su pueblo.

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