Un momento. No nos engañemos. Sí, la situación es seria económicamente hablando pero lo es en España. Y no lo es por la crisis económica del euro ni por la globalización de la economía ni por efecto "dinero perdido" ni por la falta de ingresos de las administraciones o por la bolsa inmobiliaria. Lo es básicamente porque hay 5 millones de desempleados que no cotizan y no generan rendimiento económico estatal. El paro, señores, es lo que nos diferencia del resto.
Dejémonos de milongas y miremos, por ejemplo, que los índices de desempleo en la zona euro se encuentran al 9,5% en febrero de 2011, en comparación con un 9,6% en enero. Así, mientras en España nos encontramos con un desempleo de más del 20% de la población activa los máximos niveles en Europa se encuentran en Lituania (17,4% en el cuarto trimestre de 2010) y Letonia (17,3% en el cuarto trimestre de 2010).
Lo dicho es lo anormal porque los peores resultados en la zona euro han sido los registrados en Grecia (10,2% a 14,1% entre el cuarto trimestre de 2009 y 2010), Bulgaria (9,4% a 11,6%) e Irlanda (13,0% a 14,9%). Y en comparación con hace un año, la tasa de desempleo bajó en trece Estados miembros, se mantuvo estable en dos y aumentó en doce. Los mayores descensos se observaron en Letonia (20,1% a 17,3% entre el cuarto trimestre de 2009 y 2010), Estonia (16,1% a 14,3% entre el cuarto trimestre de 2009 y 2010) y Suecia (8,8% a 7,6%). Las tasas de desempleo más bajas se registraron en los Países Bajos (4,3%), Luxemburgo (4,5%) y Austria (4,8%). Por curiosidad, en febrero de 2011, la tasa de desempleo fue del 8,9% en los EE.UU. y el 4,6% en Japón.
Por eso la crisis en España es la crisis del empleo que a su vez produce que el Estado recaude menos y haga aguas la tesorería. Así de claro. La del euro es más política aunque nos afecte de rebote.
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