viernes, 23 de mayo de 2025

El anormal

 


El anormal es la persona que después de haber hablado contigo un buen rato unos días antes (cuando no haber golpeado tu hombro de forma animada), te lo encuentras por la calle a pocos metros y no te saluda. Ni él mismo sabe la razón de por qué lo hace; puede ser falta de educación, de personalidad o simplemente de cerebro. Lo que está claro que debe ser por una especie de anormalidad congénita que provoca un sentimiento falso y estúpido de superioridad en contraposición a haberle tratado con amabilidad previamente.  

Pero luego está el otro tipo, ¡qué tipo!, que parece creer que es más que tú y, en vez de saludarte al pasar, mueve el hocico, una ceja o simplemente levanta su barbilla tal y como si te estuviese perdonándote la vida en el Coliseo. Es un momvimiento microscópico, casi imperceptible, desdeñoso y parecido a cuando te cuesta absorver un espaguetti. Me pasó esta semana. Un individuo con el que, por razones profesionales, había estado hablando algún tiempo atrás me perdonó la vida moviendo el hocico de forma circular.

Este comportamiento tan anormal es propio de la sociedad que hemos creado. Es la reacción del anormalizado  ante un comportamiento tuyo educado y amable previo. Su estupidez te toma por tonto. Un personaje que no te conoce y simplemente actúa según su falta de educación. Trátelos sin consideración alguna, ignórelos, es obvio que usted no podrá educarlo sino lo hizo su propio padre. Esó sí, ríase en su cara, es terapeutico.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario