Después de la guerra civil y por la falta de alimentos, el mercado negro creció de forma espectacular. Sin intervención del Estado surgió una casta de especuladores y privilegiados que hicieron mucho daño a la sociedad y sobretodo a los más pobres. Esa casta eran los "estraperlistas", los cuales amasaron grandes fortunas durante la posguerra. Por entonces, la desnutrición y la escacez fue terrible y la población decía con razón que lo peor no había sido la Guerra sino lo que vino después.
Hoy, de cinco años hasta la actualidad, hemos sido testigos del surgimiento de una nueva casta de los estraperlistas. También sin intervención del Estado, hemos asistido a un estraperlo que se basa no en la escacez de los alimentos sino en su especulación de sus precios, inflados interesadamente por los estraperlistas hasta topes increibles. De hecho, en la tabla que acompaño se puede ver el incremento de precios en alimentos y bebidas no alcohólicas desde septiembre de 2019 (antes de la llegada del virus Chino) hasta la actualidad. El que escribe ha sumado el incremento del ipc durante todos los meses y da un incremento general de los alimentos del 375%. Es decir, no es que el girasol haya subido un 150% o el de oliva un 400% sino que, en términos generales de todos los alimentos, se ha producido una subida de un 375%.
¿Quién se ha forrado con dinero de los pobres estos años? ¿Quién son los nuevos ricos que han obtenido tan desmesuradas ganancias con el beneplácito de nuestros gobernantes?. Porque nos acordamos de los pelotazos urbanísticos de unos cuantos que ganaban con la diferencia de plusvalías entre los suelos y la venta de una vivienda, por encima de su valor, provocando luego una bancarrota de ciertos promotores inmobiliarios. Pero eso quedó atrás, hoy día existe otro pelotazo sobre el que existe una absoluto silencio y falta de intervención.
Es el pelotazo alimentario del que todos los consumidores hablan sin nombrarlo por su nombre, se quejan porque lo están pagando y, por último y más increiblemente, lo dan como algo natural como si hubiese que aceptarlo. Y este pelotazo es el más grave que existe. Porque aquél recaía en la vivienda que se quería comprar pero éste es el de nuestros alimentos, nuestro bolsillo y nuestra vida. Es más que grave porque deja a los que menos tienen en una situación más desesperada. Pelotazo que, traducido a la simple expresión, es el robo que unos hacen sobre otros, a la luz del día, con conocimiento de todos y sin que nadie haga algo para evitarlo.
Pongamos el ejemplo de las patatas. Pero como decimos se produce en todos los alimentos. Hace justamente un año (en septiembre de 2023), las patatas estaban un 22,9% más caras que en 2022, cuando su producción se había incrementado un 5%. Pero es que preguntados por ese incremento los agricultores decían que "El precio se ha multiplicado por seis y eso es una barbaridad. Al consumidor se le está cobrando a unos niveles que desde nuestro punto de vista son excesivos, puesto que sabemos lo que viene costando envasar una patata o lavarla. Nosotros no sabemos a ciencia cierta quién está ganando más de lo debido. Entendemos que es la distribución o alguna industria. Porque el transportista seguro que no".
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