sábado, 31 de agosto de 2024

Las basuras humanas existen

 

“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres 

dieron los cielos; (...) por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida"


Las basuras humanas existen. Si, son desechos que anda con dos patas y habla como si fuera un humano. Pero, no se confundan, los reconocerán claramente si huelen a detritus pestilente, escuchan balbuceos complacientes y su comportamiento carece del más mínimo principio, valor o moralidad. Son auténticos lamelodos hediondos, siempre serviles para dar halagos gratuitos, palmadas traicioneras, navajazo trapero. 

Aparentarán ser buenas personas, serviles, serviciales y generosas. Ocultarán sus oscuros deseos, reservados para su peligrosa ambición, mientras que dejaran ver mínimos detalles de su verdadera personalidad. Quizás lo peor será no tomarlos en su justa consideración, dejarlos hacer sin intervenir y olvidarlos pese a conocer sus intenciones. Peor cuando manejan una camarilla a la que no darán su verdadera cara, que no les cuestionarán, complacientes con su magnanimidad interesada.

Con esta escoria no hay que tener medias tintas. Debes permanecer de frente, observando su negativa actitud, reiterando tu queja o tu reclamación. No queda otra, de lo contrario sería capaz de dañar todo lo que aprecias por su podrido interés, descolgarte del precipicio oscuro al que te agarras para sobrevivir o traicionar tu confianza y corazón clavándole el cuchillo más profundo sin pestañear. Los Mexicas que te abrían el corazón en el altar ante los Dioses le quedan cortos en crueldad, Almanzor pequeño en ambición, Judas en pañales en traición o Bolivar en ingratitud. 

Es cierto que, frente a tales alimañas, se debe defender día a día nuestra libertad. Porque la libertad puede ser un principio, un valor, una verdad, pero no se defiende sola. La libertad hay que ganársela día a día, lentamente, mirando a la cara de su amenaza y luchando sin descanso contra ello. Las basuras humanas existen, están ahí fuera, y les puedo asegurar que se regocijan con la simple limitación de tu libertad, molestar tu tranquilidad, recrear tu fracaso. Por ahora nos están ganando, es hora de pelear.

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