Tarde de lluvia entre soles. Tarde de frustración e ilusiones en la Semana Santa. He terminado de ver la película M, el vampiro de Düsseldorf. Película del año 1931 del director austriaco Fritz Lang. Película oscura, de calles desnudas y depresivas fachadas. Se hizo bajo la depresión de la derrota alemana en la primera Gran guerra. Alguien dijo que Jerez parecía Sarajevo, Kosovo o Bagdag. Sin embargo veo Düsseldorf del 1931 y pienso que más quisiera estar Jerez lo límpio y bello que resplandecía la ciudad alemana bajo ese tenebrismo oscuro y sombrío de la cámara de Lang.
La limpieza, la belleza de las calles y fortuna o pobreza de los habitantes de una ciudad depende de sus políticos. El asesino en la película decía "yo no soy responsable, yo no pude impedirlo". Curiosamente lo mismo que escucho de los dirigentes de Jerez. En esta ciudad nadie es responable. Como decía Napoleón, "las victorias tienen mil padres, las derrotas son huérfanas". La responabilidad ha muerto. Ya escucho el requiem.
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