viernes, 25 de marzo de 2011

Oligarca

Después de tantos años bajo la dirección de los ineptos que llevan las riendas de Jerez y de que, cuando alguno de ellos sale por la puerta de atrás, siempre tiene un puesto reservado esperando que suele ser público (ejemplo último Antonio Fernández y el consejo regulador/o aquél asesor colocado inmediatamente en la mancomunidad de municipios de la Sierra ...), ahora me entero -ingenuo de mí- que Mamen Sánchez es trabajadora de la disuelta Fundación Andrés de Ribera, aunque en excedencia.
Yo no creo en las casualidades. Ya pasó con los sindicalistas de esa empresa multinacional que abandonó la Bahía bajo terrorismo empresarial que, en cuanto terminó el conflicto, aparecieron colocados en puestos públicos regionales. Pues esto es igual. ¿Por qué siendo diputada nacional no ha hecho absolutamente nada por su puesto de trabajo que peligraba? ¿Y por sus compañeros de trabajo? ¿Se acordó de ellos o de su trabajo o de estar peleando por la defensa de su puesto de trabajo?
Incomprensiblemente los ciudadanos de a pié mantenemos un mutismo y silencio ante la nueva oligarquía social o política que coloca sin pudor pero con nocturnidad a través del dinero y el cargo público. Nadie dice nada, porque los que pueden reciben contraprestaciones. Todo el mundo sabe pero todo el mundo calla. ¿Qué sucede en esta Andalucía? ¿Por qué seguimos perpetuando este estado del amiguismo, compadreo y favor político? ¿Qué hay de esos golpes de pecho que me encuentro a veces por la calle para reivindicar pequeñas cosas pero que no sirven para poner a esta gente en su sitio? Y me consta que hay gente con mucha fuerza en la calle. Hay gente con principios y honrada, la mayoría. Pero, ¿qué somos, de golpes en pecho instantáneo o es nuestro carácter heredado sumiso, conformista o complaciente?
Estoy convencido que el problema no es de ellos, la oligarquía política, sino nuestro. No es que ellos se coloquen a través de lo público sino que nosotros los ciudadanos lo permitimos. Miramos como leones pero exigimos como corderos.

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