jueves, 24 de marzo de 2011

El Gueto



Otra de las iniciativas "brillantes" de una de las mentes más "preclaras" de nuestra "política" local (lamento el entrecomillado) es la propuesta de García Pelayo de una moratoria que evite el establecimiento de este tipo de inversiones -grandes superficies comerciales- en nuestro término municipal. Ello, según Pelayo, mientras "las pequeñas empresas no se restablezcan".
Esto, llamado en palabras claras "veto empresarial" o "gueto empresarial" (según se mire), es el mayor intervencionismo por parte de la administración pública que he podido leer desde la intervención del gobierno de Aznar en la guerra de Irak. Ya no se trata de dirigir la actividad empresarial hacia determinados sectores favorables para nuestra comarca, se trata de censurar la actividad empresarial. Actividad consistorial muy peligrosa e irresponsable que puede traer consecuencias insospechadas.
Consecuencias porque el "veto" supone un reclamo negativo para toda empresa que se interese por nuestro término municipal. ¿Qué empresa de charcutería, bombillas o alimentaria va a venir a Jerez conociendo que no son bien recibidos los parques comerciales o centros alimenticios? La publicidad y la facilidad de instalación nunca debe ser cuestionada. Nunca.

Por otra parte nos encontramos con la indeterminación de la afirmación "establecimiento de este tipo" -dice la alcaldable-. Y no se especifica nada más. ¿Cuáles son estos establecimientos? Grandes, medianos o pequeños. Parques comerciales,  grandes almacenes, hipermercados o supermercados. Y la indeterminación fomenta la imagen de rechazo por parte de nuestro término al empresariado. En caso de dudar, ¿quién va a arriesgarse a venir a Jerez?

Además, tenemos que tener en cuenta que, dada la cercanía a zonas de inversión atractivas como El Puerto, estamos dirigiendo con estos anuncios al empresariado hacia otros lugares cercanos que puedan beneficiarse de ser centro de área de influencia (que incluye a Jerez y a sus ciudadanos).
Es cierto que el pequeño empresario tiene una gran presión competitiva. Pero nadie tiene que olvidarse que no es porque vengan instalaciones comerciales que ya vinieron en otros años anteriores y nada le restaron. El problema del pequeño empresariado no son las instalaciones comerciales grandes sino más bien que no pueden competir con el gran empresariado porque no tiene las mismas posibilidades de accesibilidad. Su ubicación es muy desfavorable, aunque a la vez pueda ser más atractiva. Y son en las medidas sobre la ubicación y accesibilidad en las que sí está justificado el intervencionismo del Ayuntamiento. Es decir, en dotar de iguales condiciones de accesibilidad para otorgar igual condición de competitividad. Ésa es la clave.
Matar moscas a cañonazos es perjudicial. Con ello se causa mayor daño que el bien que se produce. Es cierto que es necesario generar el desarrollo del comercio pequeño local pero, al mismo tiempo, debemos mantener las expectativas de inversión del empresariado general. Un gueto empresarial del comercio pequeño no es solución. Porque la actividad empresarial del pequeño no puede obtenerse mediante la censura del grande. Son compatibles dentro de un criterio de igualdad de oportunidades.

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