Foto, foto, flash. Imagen, besos, declaraciones y casi una lágrima.
He de reconocer que no veo Onda Jerez. No porque sus trabajadores hagan un mal trabajo sino porque me parece de mal gusto la aparición continúa de la actual alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez. Ayer viernes, en su informativo, igual. No había minuto en el que no apareciera acompañada por un séquito extenso que también se las arregla para salir en pantalla (aunque no sé cómo). Se empujan, corren, se cruzan en pantalla, sonríen, miran a su líder, susurran, aplauden. Todo eso lo podemos ver sin que se pierda el encuadre. Es un difícil juego de funambulismo que lo han aprendido a lo largo de cuatro años. Si no apareces no estás. Y si no estás no cobras del erario público.
Sánchez, miraba a la concurrencia que le habían preparado para la ocasión. "Mi primer acto como alcaldesa fue acercarme al asilo San José y hoy estoy aquí con vosotros" -casi suelta una lágrima-. Hubo un hombre que se acercó para besarla. Era de ese tipo de "hombre abrazafarolas" que siente una atracción irremediable por besar compulsivamente a todo el que puede reconocer de la tele. Curiosa estampa. Que nos refleja, en parte, los votos de Andalucía y lo que no se debe hacer para que los políticos te recuerden.
Falta cultura, cultura política. Falta actitud crítica, desconfiada, no quejosa. La queja, de la que tanto presume la ciudadanía, no vale para nada. Hay que aportar algo más. Aunque ello requiere esfuerzo en esta vida tan sencilla y fácil de sobrevivir, donde si eres rico no te preocupas de la chusma y si eres pobre el rico siempre te podrá decir que aporta dinero al Salvador.
No creo que vuelva a ver Onda Jerez. La foto repetida no me gusta. No me gusta lo que veo y no veo a la ciudadanía. Jerez se consume en retorcidos juegos de política y los medios de comunicación sólo sirven para barajar estas mediocres cartas de ases.
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