Decálogo de Buenas Prácticas.
Primera. No se aceptarán subvenciones públicas.
Segunda. No existirán déficit anual en presupuesto: ello llevaría a la dimisión inmediata de la directiva y la convocatoria de elecciones.
Tercera. Se creará un fondo destinado para la futura ciudad deportiva o estadio deportivo propio en el que se ingrese el superávit (o un porcentaje) que existan en los ejercicios anuales.
Cuarto. Las primas o dietas de desplazamiento para cargos del club serán objeto de un presupuesto específico que deberá aprobarse en asamblea de forma independiente atendiendo a un principio de máxima transparencia.
Quinto. Los socios que entren en la directiva asumen como propia la deuda que genere el club en su año/s de mandato. La aceptación del cargo conlleva el reconocimiento de deuda futura.
Sexto. No existirán nuevas contrataciones en el seno del club cuando existan denuncias declaradas judicialmente por impagos de otros extrabajadores.
Séptimo. Se creará una bolsa de mérito para contrataciones dentro del club que, salvo dirección deportiva, se realizará a través de la misma. Las empresas externas cuya contratación se realice para prestar servicios indispensables a una entidad deportiva deberán ser objeto de aprobación en una asamblea extraordinaria (siempre que no haya podido ser aprobado de forma ordinaria) y contar con el voto mayoritario.
Octavo. El club tenderá a promocionarse y obtener aficionados a nivel municipal, comarcal y regional. Una parte mínima del superávit deberá destinarse anualmente a esta partida de promoción.
Noveno. El palco del estadio donde juegue el club no admitirá políticos salvo en el caso que estén actuando en representación oficial de ciudades o entidades jurídicas que tengan interés en el acontecimiento deportivo.
Décimo. Nadie será contratado u ostentará cargo alguno representativo con antecedentes penales no cancelados.
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