Creo que no nos damos cuenta realmente lo que significa "Rescate". Me da la sensación que sobre la petición de rescate del gobierno de Mariano Rajoy se ha instalada una inoportuna frivolidad. Es decir, se ha instalado otro elemento de incertidumbre que recalca una y otra vez la prensa pero sin que los ciudadanos nos hayamos puesto a pensar verdaderamente qué es lo que está pasando.
Piensen que si se solicita un rescate los rescatadores van a pedir condiciones para rescatarnos con dinero. Eso significa recortes; sí, esa palabra que escuchamos tanto. Pero esta vez los recortes no los dirán los políticos de Madrid sino los economistas de Bruselas. Y eso puede ser mucho peor de lo que padecemos ahora. Es decir, las condiciones y directrices económicas provendrán de los tecnócratas Alemanes a los que les importarán muy poco lo que padezca una viuda de Jerez de la Frontera o un parado de Talavera. Por eso, Rescate significa Recortes. Más recortes.
Y sobre este punto, sobre la petición de Rescate, sobre la incertidumbre de la petición de Rescate, de cuando se pedirá o si es inminente o si no lo és, tengo mi opinión sobre lo que el gobierno de Rajoy está haciendo. Llevo observando que la incertidumbre de si España pide un rescate o no hace bajar muy mucho los niveles de interés sobre la deuda Española en los mercados. Obviamente, esa situación beneficia a España que ve reducir los intereses con el simple transcurrir de los días. Es como si la incertidumbre sobre la petición del rescate de España sirviera para neutralizar la incertidumbre de los mercados sobre la deuda. Y la jugada está saliendo bien, por el momento. Porque, si es como pienso, Rajoy pretende dejar pasar los días con esa incertidumbre para atacar a los especuladores internacionales con la misma moneda que éstos han utilizado. Es, diría, incertidumbre contra incertidumbre. Está saliendo bien, pero todo ello tiene y debe que tener una finalidad mayor; una razón, medidas o reformas del aparato de la administración pública; cuestión esta que mucho me temo no tiene este gobierno que pretende deteriorar la vida de los más pobres para mantener los privilegios de los políticos como por ejemplo las alimañas de Diputación.
Sí, lo sé, Diputación otra vez y ya van más de un lustro. Y parece que hablamos siempre de Diputación de Cádiz pero sólo es por razón de cercanía. Diputación es el baluarte de los privilegios políticos y de la administración pública llevada a la máxima expresión de inutilidad y derroche. Y ni siquiera una crisis profunda parece acabar con este ente público político que sigue dando premios y recibiendo fondos públicos como si de algo representativo del pueblo fuera. La crisis no acaba porque la crisis es política y la política que no acaba con sus derroches no acaba con la crisis.
No sé si leyeron las declaraciones del candidato republicano de EEUU Romney "España gasta el 42 por ciento de su economía en gastos gubernamentales, yo no quiero ir por esa vía". He estado comprobando datos y la verdad es que parece que si bien es cierto lo que dice de España no es menos cierto que Alemania o incluso USA actualmente también tienen gastos muy similares. Sus palabras fueron dirigidas más a la población Hispana del país que verdaderamente a realzar un dato significativo. Lo que sí ha sido significativo es la repuesta estúpida de la vicepresidenta del Gobierno Sáenz de Santamaría. Esta señora, que por lo que se ve no siente recortes ni reformas ni se pone en lugar de la ciudadanía desempleada, no tiene otra cosa que decir que “Estamos orgullosos de nuestro Estado de bienestar”. Lo que podría asegurar es que muchos millones de ciudadanos (entre ellos 5 millones de desempleados y la tercera parte de la población que se encuentra en el humbral de la pobreza) no está orgullosa ni de sus dirigentes, ni del estado, ni de sus prestaciones. Eso es seguro.
Y hablando de orgullo la verdad es que cada vez siento más rechazo y menos orgullo por las actividades que organizan los ineptos de la Delegación de Fiestas del Ayuntamiento de Jerez. Porque el día de San Dionisio es el día del Orgullo. Sí, del orgullo de sentirse jerezano. Sentimiento cada vez más mustio por la falta de identificación tanto con los que organizan los actos como con la falta de respaldo de la ciudadanía que padeciendo como lo está haciendo sin trabajo no puede estar festejando nada sino más bien lamentando padecer en una ciudad que no dudan de abandonar para buscar trabajo. Por eso la fiesta es menos fiesta. Pero también es menos fiesta porque el acto principal es el traslado del pendón de la ciudad y ese pendón histórico lo han perdido o destruido.
El pendón de la ciudad, con rango de capitán general de la plaza, es prueba más que palpable de la decrepitud y la falta de significado de los actos que organiza el Ayuntamiento. Entre las 70 acciones culturales y lúdicas que dicen se realizarán está el de explicar "la génesis del diseño del actual Pendón de Jerez que data de principio de los noventa". Si a los jerezanos no nos han dado una explicación clara de qué ha pasado con una joya histórica de nuestra ciudad (incluso obviando investigaciones y compromisos por parte de la actual alcaldesa) cómo nos van a explicar la génesis del pendón de los noventa. Es tan insultante e incongruente que sobran las palabras.
Piensen que si se solicita un rescate los rescatadores van a pedir condiciones para rescatarnos con dinero. Eso significa recortes; sí, esa palabra que escuchamos tanto. Pero esta vez los recortes no los dirán los políticos de Madrid sino los economistas de Bruselas. Y eso puede ser mucho peor de lo que padecemos ahora. Es decir, las condiciones y directrices económicas provendrán de los tecnócratas Alemanes a los que les importarán muy poco lo que padezca una viuda de Jerez de la Frontera o un parado de Talavera. Por eso, Rescate significa Recortes. Más recortes.
Y sobre este punto, sobre la petición de Rescate, sobre la incertidumbre de la petición de Rescate, de cuando se pedirá o si es inminente o si no lo és, tengo mi opinión sobre lo que el gobierno de Rajoy está haciendo. Llevo observando que la incertidumbre de si España pide un rescate o no hace bajar muy mucho los niveles de interés sobre la deuda Española en los mercados. Obviamente, esa situación beneficia a España que ve reducir los intereses con el simple transcurrir de los días. Es como si la incertidumbre sobre la petición del rescate de España sirviera para neutralizar la incertidumbre de los mercados sobre la deuda. Y la jugada está saliendo bien, por el momento. Porque, si es como pienso, Rajoy pretende dejar pasar los días con esa incertidumbre para atacar a los especuladores internacionales con la misma moneda que éstos han utilizado. Es, diría, incertidumbre contra incertidumbre. Está saliendo bien, pero todo ello tiene y debe que tener una finalidad mayor; una razón, medidas o reformas del aparato de la administración pública; cuestión esta que mucho me temo no tiene este gobierno que pretende deteriorar la vida de los más pobres para mantener los privilegios de los políticos como por ejemplo las alimañas de Diputación.
Sí, lo sé, Diputación otra vez y ya van más de un lustro. Y parece que hablamos siempre de Diputación de Cádiz pero sólo es por razón de cercanía. Diputación es el baluarte de los privilegios políticos y de la administración pública llevada a la máxima expresión de inutilidad y derroche. Y ni siquiera una crisis profunda parece acabar con este ente público político que sigue dando premios y recibiendo fondos públicos como si de algo representativo del pueblo fuera. La crisis no acaba porque la crisis es política y la política que no acaba con sus derroches no acaba con la crisis.
No sé si leyeron las declaraciones del candidato republicano de EEUU Romney "España gasta el 42 por ciento de su economía en gastos gubernamentales, yo no quiero ir por esa vía". He estado comprobando datos y la verdad es que parece que si bien es cierto lo que dice de España no es menos cierto que Alemania o incluso USA actualmente también tienen gastos muy similares. Sus palabras fueron dirigidas más a la población Hispana del país que verdaderamente a realzar un dato significativo. Lo que sí ha sido significativo es la repuesta estúpida de la vicepresidenta del Gobierno Sáenz de Santamaría. Esta señora, que por lo que se ve no siente recortes ni reformas ni se pone en lugar de la ciudadanía desempleada, no tiene otra cosa que decir que “Estamos orgullosos de nuestro Estado de bienestar”. Lo que podría asegurar es que muchos millones de ciudadanos (entre ellos 5 millones de desempleados y la tercera parte de la población que se encuentra en el humbral de la pobreza) no está orgullosa ni de sus dirigentes, ni del estado, ni de sus prestaciones. Eso es seguro.
Y hablando de orgullo la verdad es que cada vez siento más rechazo y menos orgullo por las actividades que organizan los ineptos de la Delegación de Fiestas del Ayuntamiento de Jerez. Porque el día de San Dionisio es el día del Orgullo. Sí, del orgullo de sentirse jerezano. Sentimiento cada vez más mustio por la falta de identificación tanto con los que organizan los actos como con la falta de respaldo de la ciudadanía que padeciendo como lo está haciendo sin trabajo no puede estar festejando nada sino más bien lamentando padecer en una ciudad que no dudan de abandonar para buscar trabajo. Por eso la fiesta es menos fiesta. Pero también es menos fiesta porque el acto principal es el traslado del pendón de la ciudad y ese pendón histórico lo han perdido o destruido.
El pendón de la ciudad, con rango de capitán general de la plaza, es prueba más que palpable de la decrepitud y la falta de significado de los actos que organiza el Ayuntamiento. Entre las 70 acciones culturales y lúdicas que dicen se realizarán está el de explicar "la génesis del diseño del actual Pendón de Jerez que data de principio de los noventa". Si a los jerezanos no nos han dado una explicación clara de qué ha pasado con una joya histórica de nuestra ciudad (incluso obviando investigaciones y compromisos por parte de la actual alcaldesa) cómo nos van a explicar la génesis del pendón de los noventa. Es tan insultante e incongruente que sobran las palabras.
Otra prueba palpable de la decrepitud son sus premios. Este año uno más que ninguno, el otorgado a la ciudad de Cádiz. Este premio es singularmente destacable por encima de los demás porque se trata de un premio político. Político porque se dan no a ciudades como se nos quiere hacer ver sino a cargos, personas, alcaldes, compañeros de partido. Se trata hacernos ver que el premio es para la ciudad de Cádiz por la conmenmoración del bicentenario de la constitución de 1812 pero no es así. Y aunque así lo fuera me gustaría que alguien me explicara qué participación ha tenido Jerez en dichos actos, si es que ha tenido alguna más allá de su olvido. Es como el premio de Diputación la circuito de Jerez sin aportar un solo céntimo de euro a su sostenimiento. Premios, premios, inaguraciones, fotos, es todo lo mismo. Lo mismo de repugnante, de frívolo, de insustancial, carente de sentido.
Por todo eso el día del orgullo jerezano es menos orgullo para mí. Porque el ser jerezano no es ser cómplice de las medias verdades y del sentido que la alcaldesa y la secta política quiera darle a dicho festejo. Cada uno siente su orgullo como le viene en gana. Sin premios, sin mentiras y sin vanalidades. ¿Dónde estará el centenario pendón de Jerez?, me preguntaré el día de San Dionisio cuando recorra las calles. ¿Dónde estará la verdad en nuestra bendita ciudad?, me preguntaré sin respuesta.
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