Este señor, ha limpiado su imagen como presidente del obierno glorioso y eficaz durante su mandato. Supongo que habrá hecho cosas buenas pero en sus dos legislaturas 1996-2004 se gestó buena parte de la destrucción de empleo y riqueza que estamos padeciendo en nuestra sociedad.
Lo que fundamentalmente se realza de este Presidente fue que creó más de dos millones de empleos y rebajó el déficit en más de 5%. Hubo una frase muy conocida durante su mandato. Si recuerdan, repetían: "en España se crean 2 de cada 3 puestos de trabajo que se crean en toda Europa".
Sin embargo, nadie dice que es el que incentivó el boom inmobiliario. "Desde el año 2000 se realizan una media de un millón de transacciones (compraventa) inmobiliarias anuales. Pero el ascenso meteórico de los precios empezó antes, en 1998. Desde ese año, el aumento del precio de la vivienda se mantuvo por encima del 10% anual, llegando al 18% en varios trimestre de 2003 y 2004. Esta actividad inmobiliaria creó nada menos que unos dos millones de empleos, de los cuales 1,4 millones los generó la construcción y el resto, los sectores adyacentes relacionados con las actividades inmobiliarias y del alquiler". Imaginemos el precio de los pisos o casas de nuestros padres. Lo que a ellos les costó 3 a 5 millones de pesetas (18-30 mil euros) a un jerezano en 2007-10 les cuesta entre 20 a 25 millones de pesetas (120-150 mil euros). Ese incremento desproporcionado fomentó millones de empleos relacionados con la especulación y también otros públicos, al tener que prestar servicios públicos a ese sector, directamente relacionados con esa especulación.
Así, una vez caída la baraja de naipes del sector inmobiliario, se vino a bajo la cantidad de puestos de trabajo (efectivamente, en torno a dos millones) y los públicos que se sostenían con ese desarrollo de ladrillo. Ahora recortamos empleos que se encuentran en el más absoluto vacío (no hay dinero que lo sustente) y la bolsa de riqueza que se había creado en los dos millones de trabajadores/consumidores que ahora están parados, detrae poder adquisitivo al resto de trabajadores que quieren vender al nivel de lo que antes había. Expansión y contracción. Parece la teoría del caos. Primero se tiende al caos, luego al orden y viceversa.
Pero es que veo la situación y me acuerdo de los golpes de pecho de Aznar y su gobierno, encabezado por Rodrigo Rato. Nadie pide cuentas a este señor, que tiene mucha culpa. Solo nos acordamos de Zapatero (que enquistó el problema y derrumbó parte de lo ganado) y no rememoramos la equivocada política económica de Aznar que lo único que hizo fue vivir de las privatizaciones y de los especuladores inmobiliarios. Porque sigo viendo ahora los mismos errores. Nadie hace política de diversificación de la economía; diversificar sectores productivos que generen exportación. Ahora se limitan a la contención/reducción, cuando debería ser nuestros tiempos un periodo de grandes reformas en la industria y en la administración pública.
Lo que fundamentalmente se realza de este Presidente fue que creó más de dos millones de empleos y rebajó el déficit en más de 5%. Hubo una frase muy conocida durante su mandato. Si recuerdan, repetían: "en España se crean 2 de cada 3 puestos de trabajo que se crean en toda Europa".
Sin embargo, nadie dice que es el que incentivó el boom inmobiliario. "Desde el año 2000 se realizan una media de un millón de transacciones (compraventa) inmobiliarias anuales. Pero el ascenso meteórico de los precios empezó antes, en 1998. Desde ese año, el aumento del precio de la vivienda se mantuvo por encima del 10% anual, llegando al 18% en varios trimestre de 2003 y 2004. Esta actividad inmobiliaria creó nada menos que unos dos millones de empleos, de los cuales 1,4 millones los generó la construcción y el resto, los sectores adyacentes relacionados con las actividades inmobiliarias y del alquiler". Imaginemos el precio de los pisos o casas de nuestros padres. Lo que a ellos les costó 3 a 5 millones de pesetas (18-30 mil euros) a un jerezano en 2007-10 les cuesta entre 20 a 25 millones de pesetas (120-150 mil euros). Ese incremento desproporcionado fomentó millones de empleos relacionados con la especulación y también otros públicos, al tener que prestar servicios públicos a ese sector, directamente relacionados con esa especulación.
Así, una vez caída la baraja de naipes del sector inmobiliario, se vino a bajo la cantidad de puestos de trabajo (efectivamente, en torno a dos millones) y los públicos que se sostenían con ese desarrollo de ladrillo. Ahora recortamos empleos que se encuentran en el más absoluto vacío (no hay dinero que lo sustente) y la bolsa de riqueza que se había creado en los dos millones de trabajadores/consumidores que ahora están parados, detrae poder adquisitivo al resto de trabajadores que quieren vender al nivel de lo que antes había. Expansión y contracción. Parece la teoría del caos. Primero se tiende al caos, luego al orden y viceversa.
Pero es que veo la situación y me acuerdo de los golpes de pecho de Aznar y su gobierno, encabezado por Rodrigo Rato. Nadie pide cuentas a este señor, que tiene mucha culpa. Solo nos acordamos de Zapatero (que enquistó el problema y derrumbó parte de lo ganado) y no rememoramos la equivocada política económica de Aznar que lo único que hizo fue vivir de las privatizaciones y de los especuladores inmobiliarios. Porque sigo viendo ahora los mismos errores. Nadie hace política de diversificación de la economía; diversificar sectores productivos que generen exportación. Ahora se limitan a la contención/reducción, cuando debería ser nuestros tiempos un periodo de grandes reformas en la industria y en la administración pública.
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