Lección inaugural para el curso académico en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación ha sido impartida por Manuel Angel González Fustegueras, arquitécto y medio político pues estuvo a punto de encabezar la lista municipal del psoe. En la misma el señor Fustegueras ha indicado que "La crisis actual es la consecuencia del modelo de crecimiento desequilibrado e insostenible sobre el que se ha sustentado una larga etapa de expansión iniciada en la década de los noventa. Crecimiento impulsado por una demanda nacional que crecía a ritmo febril, por encima de las propias rentas y apoyadas por unas facilidades crediticias que partían de unos tipos de interés sin precedentes en nuestro país a raíz de nuestra entrada en el euro”.
Pero reducir la crisis actual a la burbuja inmobiliaria es como decir que un árbol sólo tiene una raiz. No. Eso no es así, han confluido muchos factores. El inmobiliario y la supervaloración del precio de los inmuebles es uno de ellos. La crisis es más amplia, empezando por la crisis de valores, pasando por la educación de las nuevas generaciones, atravesando el incierto y sobredimensionado sector público español, hundiendo su raiz en el factor especulativo económico, apoyando la coyuntura económica de los países en quiebra, pasando por una moneda autoimpuesta por los políticos europeos que imposibilita la devaluación de la moneda como solución inmediata, rozando por la ineficacia de los políticos incapaces de diversificar nuestros sectores productivos, el efecto llamada en la inmigración que incrementó la demanda y la posterior tasa de desempleo, la incorporación masiva de la mujer al mercado de trabajo a partir de los años ochenta fruto de su bloqueo por el régimen franquista, además de que se ha retraido el consumo y existe una evidente falta de confianza a la hora de desprenderse de dinero ...
En cierta medida yo soy uno de tantos que creen que esta crisis tiene una solución clara. La solución es la misma que ya hubo que tomar hace tantos años atras, y es la devaluación de la moneda. Misión imposible ahora (Con Francia y Alemania) pero muy rentable antes cuando España estaba sola.
Cuando pasamos de la peseta al euro, por arte de magia lo que eran tiendas de todo a cien pesetas pasaron a llamarse tiendas de todo a un euro, es decir, 66 pesetas más. Mientras que con cien mil pesetas podías en su momento mantener tu casa, con seiscientos euros solo tienes para mantenerte al límite de tu subsistencia. Todo el mundo comenzó a tener de referencia las economías poderosas como Francia o Alemania (pero sin tener la misma competitividad, sin tener industria o tecnología, sin exportación o materia prima) y hasta la moneda de España podía superar al dolar de tal manera que los viajes a EEUU salían rentables. Todo ello parecía muy bonito pero se nos olvidó que una barra de pan costaba 30 pesetas y no 0.45 céntimos de euros (como en el Mercadona) que al cambio son 75 pesetas.
El euro infló la economía española como si de un globo areostático fuere, la estiró en todo lo que nos reodeaba supervalorando los bienes y productos. Nadie parece darse cuenta pero la economía sí. Los salarios reales de las personas no funcionarios atienden a lo que la economía real y social permite. Es una indicativo de lo que se está produciendo. Por ejemplo, un administrativo en despacho privado gana 700 euros pero en el ayuntamiento como poco 1.300 euros. Esa diferencia es lo que resta por bajar a nuestra economía. Empezando por el valor de los inmubles que comienza a bajar para adecuarse al valor real de nuestra economía. Y los sueldos públicos van a bajar también, no cabe duda. Este estiramiendo superficial del valor económico de productos tendrá su efecto muelle y retrocederá hasta los valores reales.
Lo he dicho ya. O se devalua el euro (es decir, algo imposible con Francia y Alemania) o se reduce nuestra economía drásticamente como está sucediendo. Lástima que no estemos en la peseta ya que la devaluación hubiese acabado con esta lacra económica rápidamente. Ahí está el caso próximo de Argentina. En 2002 anunció que la moneda argentina que valía 1 a 1 frente al dólar se devaluaría oficialmente en un 40 por ciento. Ello favoreció el crecimiento acentuado de la industria argentina en su conjunto en el mercado internacional y la base exportadora de las PyMEs aumentó de tal manera que la economía argentina se ha expandido de forma continua desde 2003. El techo fue del 9,2% en 2005 y 2010, mientras que apenas creció 0,9% en 2009 a causa de la recesión global. En este año 2011 la actividad económica en Argentina creció el 9,1% en el primer cuatrimestre del año.
Podemos decir que somos más ricos (más del 20% de los españoles se encuentran debajo del nivel de la pobreza) porque estamos en el euro y nos comparamos con el nivel de vida de los alemanes, podemos decir que a nivel social hemos obtenido derechos y salarios reconocidos no imaginados en la época de los ochenta (10 mil demandas de asistencia social a cáritas en el primer semestre del año), podemos decir que las empresas se benefician de un euro fuerte (con 33 mil desempleados en Jerez) ... y podríamos seguir. Lo cierto es que lo que realmente tenemos de poder adquisitivo no se refleja en los productos que pagamos, ni en los sueldos de los funcionarios públicos que nos prestan servicios, ni en las viviendas que adquirimos. Posiblemente los viajes nos salgan más baratos, el tránsito de moneda entre países sea más beneficioso para los empresarios y sus exportaciones, y podamos chulear a los argentinos o brasileños que el nivel de vida de España es superior... pero, ¿se ha dado cuenta que ir a hacer la compra para tres tonterías le cuesta como poco 10 euros que son al cambio 1.600 pesetas? Supongo que los que nacieron con el euro o cercano a él no sabrán de lo que hablo. Pero el nivel de vida no se incrementó con el poder adquisitivo. Y si no me creen vayan al hipermercado a comprar un kilo de tomates. Les costará un euro (166 pesetas) a usted pero, según el agricultor, no le sale rentable.
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