El otro día se entregaron por nuestro Ayuntamiento los premios de turismo en una primera edición de los Premios Turísticos como reconocimiento a la labor de particulares y empresas de este sector económico. Que no son los de la ciudad ni los de Andalucía ni los de la provincia. Estos son otros.
Hay que reconocer que un premio o un reconocimiento encantan en Andalucía. Sobre todo a los políticos, que disfrutan como niños con zapatos nuevos de lucir ante la cámara reconociendo el mérito de la persona que ellos han indicado discrecionalmente como meritorio.
Normalmente quien se merece verdaderamente un reconocimiento por su entrega desinteresada es reacio a los homenajes públicos. Y así debe ser.
Los premiados de esta edición por nuestro ayuntamiento son:
• Promoción de Jerez: Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre
• Calidad Turística: Grupo Hace, presidido por Jan de Clerck
• Iniciativa Empresarial Innovadora: Grupo Romero Caballero
• Trayectoria Profesional: al hotelero Gonzalo Galera, y al hostelero Juan de la Flor Jarque
• Difusión del Destino: Compañía Aérea Iberia
• I Premio Mira Jerez: al Obispado de Jerez, y a José Mercé
• Mejor Producto Turístico: Rutas del Vino y del Brandy del Marco de Jerez
Y yo me pregunto. Iberia, la Real Escuela, Obispado ... ¿necesitan un premio o reconocimiento?
Para mí estos premios están de más. Seguramente concebidos por la misma delegación municipal que tiene que contratar empresas privadas para hacer el propio trabajo de la delegación. Son premios con la finalidad de rellenar expediente para justificar que se trabaja con el trabajo de otros. No sirven para nada y valen menos que nada. Carecen de sentido. Sin embargo, que bien luce entregar un premio a Iberia o al Obispado.
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