Los moteros no son tontos. Vienen con su casco y su mono pero no son tontos. Al parecer este año, según las previsiones de Horeca, podría darse el caso que no se llegara a un cien por cien la ocupación hotelera durante el gran premio de motociclismo. Dato significativo si vemos los resultados hoteleros quince años atrás.
He leído que achacan la falta de ocupación hotelera a la crisis y a los pisos en alquiler. Pero, a decir verdad, el alquiler siempre estuvo ahí y el año pasado y el anterior hubo más crisis que este.
La raíz del problema habría que buscarla más en las actuaciones consistoriales de otros años (donde se llegó incluso a impedir la circulación por la ciudad, cortes de calles, antidisturbios apostados en esquinas, cierre de la jaula de la avenida ...) y en la multiplicación en España de cuatro grandes premios (el último el de Aragon). Más, damos a menos y si además proyectamos cierta hostilidad ante el foráneo, peor.
Tal y como están las cosas habría que comenzar a vender ahora, que es el momento, el gran premio de Jerez como algo especial. Con tanta competencia, Jerez debe significar un plus para los aficionados. Ya no estamos en los tiempos de que el gran premio de motociclismo se vendía solo. Se deben dar alternativas de ocio a los moteros que vengan, se les debe dejar con cierto aire de libertad en la ciudad, vender la imagen de un Jerez abierto al visitante, permitir el libre acceso al centro ... Hay que cuidar a la gallina de los huevos de oro con más esmero ahora que está acatarrada. Esperemos que el catarro no vaya a más, por el bien de todos.
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