El jinete de la victoria

Creo sinceramente que nos merecemos algo mejor. Algo mejor significa que todo el que se encuentre desempleado en nuestra ciudad tenga al menos la aspiración de no salir de la ciudad para conseguir un puesto de trabajo, que albergue la esperanza de encontrar trabajo en su ciudad, una pequeña alegría en un gran mala racha que dice pasar. Algo mejor significa que los ciudadanos no entren dentro del ciclo de la necesidad y no tengan que desvelarse las noches pensando que al día siguiente tendrá que ir a Cáritas o Servicios Sociales para poder darle a sus hijos un trozo de pan. Algo mejor, es poder confiar en que los representantes públicos y administrativos no son unos sinverguenzas que viven para el puesto y no para el servicio.

Por mi profesión veo verdaderas desigualdades e injusticias que me corroen por dentro. Sé que unas palabras en un blog no son significativas para eliminar el desamparo de muchas familias con hijos que no encuentran otra salida que la desesperación. Lo sé. Pero al menos puedo decir que intento trabajar por evitar esas desigualdades. Humilde empeño de no darme por vencido. Porque nunca hay que conformase con la realidad miserable que otros nos tiran delante. Como decía Miguel Hernández; No me conformo, no: me desespero como si fuera un huracán de lava en el presidio de una almendra esclava o en el penal colgante de un jilguero.

Esperemos, desesperados e inconformistas, subir al jinete de la victoria y cambiar la situación que vemos a nuestro alrededor; "cuando abrió el primer sello, oí al primer ser viviente, que decía: Ven. Miré y vi un caballo blanco, y el que montaba sobre él tenía un arco, y le fue dada una corona, y salió vencedor, y para vencer aún" (Ap. 6,22).