El Señor de los anillos es un libro tan criticado como elogiado. Quizás porque ha sido muy criticado sin tener realmente fundamento dicha crítica, he sentido cierta simpatía por su autor J. R. R. Tolkien. Más si cabe cuando, nominado para el nobel, los argumentos de la Academia Sueca para rechazarlo y puntuarlo como uno de los peores fue que su obra era "prosa de segunda categoría y monótona."
Fuera de prejuicios académicos su obra cumbre "El Señor de los Anillos" está cada dia que pasa más presente en nuestra vida, por ciertas analogías. Particularmente, la parte en la que el anillo es destruido y se desmorona la torre oscura y demás creaciones oscuras realizadas por el dueño del anillo a través del mismo.
En cierta manera, me recuerda mucho a Jerez y, específicamente, a las creaciones de Pedro Pacheco.
Cuando veo la desastrosa gestión en lo que respecta al circuito de Jerez con una deuda millonaria por encima de veinte millones de euros, o cuando hablamos del ayuntamiento y su deuda de cientos y cientos millones de euros, o urbanismo y su desaparición, o el gran número de palmeras que sembró con la progresiva desaparición por culpa de la plaga del picudo rojo, o el comienzo de la pérdida del pendón histórico de la ciudad, o los campeonatos mundiales ecuestres de 2002 y sus multimillonarias deudas a los proveedores que ha llevado a la ruina a muchos de ellos... Sí, en su mandato se creó un circuito de Jerez y una remodelación faraónica, se plantaron más palmeras que nunca, se celebró un mundial ecuestre con remodelación de Chapín, urbanismo contó con cientos de nuevos trabajadores recibiendo gran número de proyectos, se gastó tanto con cargo a las arcas municipales y al dinero de todos los jerezanos con justificación del embellecimiento y crecimiento de la ciudad (recuerden aquél "Jerez, imparable"), ...
Aquella creación, con la irresponsabilidad de un nefasto gestor, se ha desmoronado en 2012 como si de la torre oscura y creaciones del anillo se tratara. Fueron espejismos de un derroche salvaje que nos coloca hoy en la segunda ciudad de España en deuda pública municipal detrás de Madrid (con más de 5 millones de habitantes). Son el recuerdo de la tarde de verano que nos sirve hoy para reflexionar y aprender. Aprender a no volver a aquella política, por muy penoso que sea que 14 mil ciudadanos hayan vuelto a votar a este nefasto gestor. Pero que, por lo menos, por lo menos, nos sirva de reflexión para entender que no puede volver a repetirse porque, por muchas torres oscuras se vuelvan a elevar, todas volverán a desmoronarse.
Fuera de prejuicios académicos su obra cumbre "El Señor de los Anillos" está cada dia que pasa más presente en nuestra vida, por ciertas analogías. Particularmente, la parte en la que el anillo es destruido y se desmorona la torre oscura y demás creaciones oscuras realizadas por el dueño del anillo a través del mismo.
En cierta manera, me recuerda mucho a Jerez y, específicamente, a las creaciones de Pedro Pacheco.
Cuando veo la desastrosa gestión en lo que respecta al circuito de Jerez con una deuda millonaria por encima de veinte millones de euros, o cuando hablamos del ayuntamiento y su deuda de cientos y cientos millones de euros, o urbanismo y su desaparición, o el gran número de palmeras que sembró con la progresiva desaparición por culpa de la plaga del picudo rojo, o el comienzo de la pérdida del pendón histórico de la ciudad, o los campeonatos mundiales ecuestres de 2002 y sus multimillonarias deudas a los proveedores que ha llevado a la ruina a muchos de ellos... Sí, en su mandato se creó un circuito de Jerez y una remodelación faraónica, se plantaron más palmeras que nunca, se celebró un mundial ecuestre con remodelación de Chapín, urbanismo contó con cientos de nuevos trabajadores recibiendo gran número de proyectos, se gastó tanto con cargo a las arcas municipales y al dinero de todos los jerezanos con justificación del embellecimiento y crecimiento de la ciudad (recuerden aquél "Jerez, imparable"), ...
Aquella creación, con la irresponsabilidad de un nefasto gestor, se ha desmoronado en 2012 como si de la torre oscura y creaciones del anillo se tratara. Fueron espejismos de un derroche salvaje que nos coloca hoy en la segunda ciudad de España en deuda pública municipal detrás de Madrid (con más de 5 millones de habitantes). Son el recuerdo de la tarde de verano que nos sirve hoy para reflexionar y aprender. Aprender a no volver a aquella política, por muy penoso que sea que 14 mil ciudadanos hayan vuelto a votar a este nefasto gestor. Pero que, por lo menos, por lo menos, nos sirva de reflexión para entender que no puede volver a repetirse porque, por muchas torres oscuras se vuelvan a elevar, todas volverán a desmoronarse.
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